jueves, 10 de febrero de 2011

Sobre la convivencia en las aulas

Aunque en los tres modelos estudiados el agresor recibe un castigo, en el modelo punitivo no existe un consenso, hay desigualdad, la autoridad está mal entendida, y existe un daño emocional hacia el agresor.
Con el modelo punitivo se intenta hacer sentir mal al niño que ha provocado un conflicto, y no se intenta solucionar el problema en sí. Este modelo provoca es el autocumplumiento de las expectativas. Se espera de un alumno travieso que siempre sea así. Por ejemplo: un niño de 5 años llega al colegio y tiene durante el curso un comportamiento de niño travieso. Al pasar de cursos sus profesores/as se reúnen y la primera le explica a la nueva profesora del niño travieso, como se porto de mal el anterior. Esto provoca en la nueva profesora que desde el primer día esté esperando a que ese niño haga alguna trastada. Lo que termina ocurriendo con esto es que ese niño difícilmente cambiará su actitud si le tratan de esa manera, nadie esperará de el que se porte mejor.

En mi paso por el colegio, instituto y universidad he visto la utilización del modelo punitivo en la mayoría de los casos, en algún momento también vi como se solucionaban conflictos utilizando el modelo integrado. Creo que los profesores que utilizaban un modelo punitivo no pensaban en las consecuencias, solo pensaban en “arreglar” aquellas situaciones de la manera más rápida posible. Pero nunca surgía un buen efecto a largo plazo, lo que ocurría es que aquel niño que provocaba un conflicto al poco tiempo de retirarle el castigo recaía en sus malos actos, por no haber entendido, seguramente, el porque de su castigo.

En el modelo relacional se elimina el daño emocional, la autoridad mal entendida. Se intentan investigar las causas en una reunión privada. Quiere decir que los agresores entienden que han hecho mal y el castigo que reciben lo cumplen sabiendo y entendiendo que han hecho algo mal. Al dialogar sobre lo ocurrido evita malos entendidos entre las dos partes, algo muy beneficioso que no ocurría con el modelo punitivo.


En las prácticas realizadas en el curso anterior pude ver la aplicación del modelo relacional. En caso de suceder un conflicto se juntaba a las dos partes y los profesores mediaban entre ellos para ver que solución se le podía dar al problema. Los alumnos implicados daban su versión de lo ocurrido y posteriormente su opinión de cual era la mejor manera de solucionar aquello. Los profesores procuraban no darle mucha importancia al castigo, se preocupaban más por la aclaración de lo sucedido y de que entre los mismo alumnos se disculparan y olvidaran lo ocurrido, intentando no volver a repetirlo.


En cuando al video donde se comenta el anteproyecto le ley referente a la ley de convivencia y participación de la comunidad educativa, comentaré diferentes versiones vistas en el mismo y mi opinión personal sobre ello.

La idea principal y más polémica del anteproyecto es la que otorga a los maestros presunción de veracidad en un conflicto, es decir, en caso de duda lo que diga el profesor es lo que vale.

En primer lugar el presidente de directores de secundaria de Galicia esta de acuerdo con la aprovación de dicha ley, ya que podrá evitar malas conductas en los institutos. Además opina que somos demasiado tolerantes y que el problema está en los padres que educan mal a sus hijos.

Por otro lado, la profesora de derecho administrativo no esta de acuerdo con estas ideas porque recorta derechos a los alumnos.

Al igual que en el primer caso, Celso Currás afirma que la ley era necesaria. Dice que da prestigio y poder a los profesores. Asegura que hay falta de disciplina en las aulas. Y cree que los padres tienen que implicarse más en la escuela.

En el centro de reeducación trabajan con sus alumnos en equipo. Su director cree que la causa de los conflictos se encuentra en que la “tribu” no está educando. La tribu hace referencia a todos (padres, profesores...). Según este director los chicos no conocen los límites. Desde pequeños se debe trabajar para que no hay problemas. Hay que darles algo más que conocimientos. Afirma que la ley no da autoridad a los profesores, aunque está bien que se les tenga en cuenta.

Por último en el colegio donde los alumnos son el centro. La autoridad en este caso recae en la capacidad de entenderse con el niño. Los alumnos de esta escuela, al no tener que hacer las cosas por imposición no fracasan. Defienden que la imaginación es más importante que el conocimiento.

Podemos sacar en conclusión que el presidente de directores de secundaria y Celso Currás están de acuerdo con las medidas adoptadas en la ley, y sus opiniones se asimilan bastante con un modelo punitivo, donde lo que interesa es que el profesor tenga total autoridad y dicte los castigos oportunos cuando algún alumno realice un acto inadecuado, sin importar nada más.

En cambio la profesora de derecho administrativo, el director del centro de reeducación y el colegio donde los alumnos son el centro no están de acuerdo con la ley. Su opinión es diferente. Creen que los conflictos deben ser dialogados desde edades tempranas, que no debe haber autoridades que impongan lo que hay que hacer y lo que no... Es decir, su modelo sería más un modelo relacional, donde se elimina el daño emocional, la autoridad mal entendida y se intentan investigar las causas en una reunión privada. Aunque no podemos saber a ciencia cierta si los problemas los solucionan, en ambos centros, solo en una reunión privada o también en público.


En mi opinión, la ley de convivencia y participación de la comunidad educativa, surge del cambio social producido en los últimos años. Cada vez los padres se preocupan de manera más diferente de la educación de sus hijos. En la actualidad los padres y madres de los alumnos trabajan más tiempo y están más ocupados, por lo que dedican menos tiempo a sus hijos, otros directamente opinan que para aprender y educarse van al colegio. También creo, que gran parte de los padres tiene la idea de que la educación de sus hijos es mejor si van a un colegio de pago, donde las normas son estrictas (valoran la disciplina). Con todo esto quiero decir que gran parte de la sociedad está de acuerdo con que se tomen medidas de este tipo. Y otro cambio que se viene produciendo es que todo acto que las personas realicemos tienen que estar reguladas por leyes. Nos basamos en las leyes y no vemos más allá.

Pienso que deberíamos pensar más en los demás como personas, en ayudarnos unos a otros, comunicarnos utilizando el sentido común e intentar escuchar a los demás poniéndonos en su lugar. Quizás así habría menos conflictos dentro y fuera de las aulas.

1 comentario:

  1. Hola,

    Tienes toda la razón cuando hablas al respecto de que se etiqueta a lso alumnos como 'buenos' o 'malos' cuando realmente debemos de hablar de 'acciones buenas' o 'acciones malas' puntuales y es lo que se debe juzgar y tener en cuenta, del o contrario estamso reforzando negativamente comportamientos no deseables emdienate la 'profecía autocumplida' en la que si un profesor solo espera cosas negativas de un aluno será lo que ocurra con alta probabilidad el resto del curso porqu enada d elo que haga nos parecerá bien y solo podrá reforzar ese niño su imagen realizando malas acciones.

    En el sistema relacional de convivencia todo el alumnado conoce las normas que se debe seguir participando activamente en su elaboración, en caso de producirse alguna incidencia las distintas partes hablan hasta llegar a un entendimiento. Este hecho evita la perpetuación de comportamientos disruptivos no deseables.

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